La que avisa no es traidora (sino
avisadora) y yo ya os advertí que habría más entregas del que hasta ahora es el
post con más gloria desde que abrí el blog: las infografías de
ELE. Dicho éxito se lo debo en parte a Pinterest, lugar donde suelo compartir
las imágenes, y a Piktochart, programa en el que realizo la mayoría.
Esta vez, como adelanta el título,
todas están dirigidas a les enfants
de la patrie, ya que desde hace algo más de un mes vivo en París, con
motivo de una auxiliaría que en realidad no lo es tanto.
Comenzaré, como diría Manolito
Gafotas, por el principio de los tiempos:
Me sirvo de mi
homóloga (compartimos profesión, ciudad de residencia y actividad bloguil) Tamara, de Creatívate con ELE,
para explicar what the hells es
eso de ser Auxiliar de conversación:
Somos los ayudantes del profesor
titular que deben favorecer "la interacción comunicativa a través
de la realización de tareas que estimulen a los alumnos en el uso de la lengua
oral". No obstante, nuestras funciones van más allá que conseguir que
los alumnos hablen nuestra lengua materna en clase. Transmitimos nuestra
cultura, dinamizamos las clases y modernizamos los recursos de los centros
donde enseñamos... En definitiva, somos un soplo de aire fresco para los
alumnos y de reciclaje para los profesores frente a los métodos didácticos
estáticos y tradicionales que suelen emplearse en los centros de primaria y
secundaria.
Nótese la negrita. Profesor titular.
Meeec, error. En mi escuela, como en la mayoría de los colegios de Primaria
franceses, no hay profesor de español. Y entonces, ¿qué tengo que hacer yo?
pregunté con toda la inocencia/perplejidad/pánico y mi mejor francés al
director. Y él, también con su mejor español, me dijo que hablase con las tutoras y me "colase"
en las clases y diese una horita semanal de espagnol en cada una de ellas. Hala, a correr. Ya os dije que
todo era muy Louis de Funès. Pero lo que al principio era una sensación de
desamparo y desasosiego luego comenzó a ser una buena noticia. Era mi propia
jefa. Era quien elegía los contenidos, los métodos y hasta los horarios. Me
leáis desde donde me leáis, debisteis escuchar sonoras carcajadas provenientes
de servidora. La cosa de repente pintaba muy bien. Olía a libre albedrío, a
poco libro, a cero cortapisas, a tinta de la impresora imprimiendo mis propias
fichas. Y, por el momento, no me he equivocado.
Así pues, desde hace un mes, me ocupo
de alumnos de CP a CE2, o lo que es lo mismo traducido al sistema escolar
castellano, de 1º de Primaria a 3º. Niños desde los 5 a los 9 años.
Si creí que la aventura estival con
los alumnos italianos era complicada es porque aún no me habían contado qué era
intentar enseñar español a los más pequeños, que prácticamente están
aprendiendo a hablar, leer y escribir su francés nativo.
Por esa razón, hasta la fecha, estoy tirando del dibujo, las imágenes (estoy haciendo flashcards que pronto pondré por
aquí), la mímica y
sobre todo desde un punto de vista siempre oral, alejado de la lectura y la escritura.
La música, sin embargo, es mi punto
flaco. A estas edades les encanta cantar y retienen de una manera genial las letras,
pero todavía no he encontrado canciones que me satisfagan. Hoy he intentado
pensar en alguna canción para enseñarles a contar pero la improvisación a veces
es traicionera y sólo me quería venir a la mente La tía Enriqueta de Chimo Bayo (¿por qué se empeñará el
cerebro en recordar letras tan deplorables? ¿por qué en ese lugar de mi memoria
no puede estar la Elegía de Miguel Hernández que tanto se me resistió en el
bachillerato?) que pese a lo pueril de su letra Uno, que no pare
ninguno. Dos, nos movemos los dos. Tres, lo mismo pero al revés. Cuatro, me voy
a la parra un rato. Cinco, doy un brinco. Seis, no me veis... no me
pareció una elección adecuada. Seguiremos buscando. Si tenéis buenas ideas, ya
sabéis dónde podéis dejar comentarios ;)
El primer día de clase, propuse esta ficha
para introducir la presentación de sí mismos en español (puntito PsicoELE) que los más mayores rellenaban
de manera escrita y los más peques completaban con ilustraciones. Algunas de
ellas inquietantes, como el hacha en el apartado "qué quieres ser de
mayor" que ha dibujado una niña. No quise preguntar.
El autoretrato sí que era obligatorio para todos.
Con los alumnos de CE2, aka 3º de
Primaria, la finalicé en un día, así que ya me ha dado tiempo a pasar a la siguiente actividad: fabricar un
comecocos para practicar números y colores.
Todavía no he decidido cómo rellenar el interior de las pestañitas. Opciones:
•
Podría aprovechar y enseñarles más vocabulario (animales,
profesiones, familia...) bien acompañado de imágenes o de su traducción en
francés. Véase la imagen del modelo que fabriqué antes de realizar la actividad
con los alumnos.
•
Podría dejarlo a elección de los intereses de los alumnos. Aunque
estos estén seguramente alejados del Español como lengua extranjera (por ejemplo fútbol o princesas Disney), mi objetivo es que jueguen entre ellos fuera de la
escuela y no creo que la imagen de una Vaca y su palabra en español les resulte
atractiva en su tiempo libre. En el comecocos ya hemos escrito los números y
colores así que de alguna manera, aunque luego jueguen con él para saber quién
es tu novio de clase (sí, a eso nos dedicábamos con 9 años mis amigas y yo),
leen de manera subliminal el español.
La actividad es un éxito,
os lo aseguro. Hasta el niño que más deteste las artes plásticas se lo pasa
bien fabricando el invento por su simpleza y las opciones para jugar que ofrece
luego.
Y hasta aquí puedo
escribir sobre mis andanzas escolares. Debido a unas vacaciones de tres
semanas (sí, apreciado lector español, así se las gastan en el país
vecino) sólo llevo trabajando tres sesiones con cada una de las clases. Lo
siguiente, será comenzar un flipbook de vocabulario ahora que ya comienzan a ampliar campos
semánticos.
Os dejo con lo prometido,
las infografías. Obviamente, no están dirigidas a mis pequeños alumnos. De
ellas hasta ahora (que yo sepa) sólo se han beneficiado mis dos compañeros de
piso con mayor o menor éxito a falta de alumnos particulares con los que ocupar
el tiempo libre que me deja la (no)auxiliaría.
No tardarán en aparecer
nuevas (suelo adelantároslas vía twitter @lapizdeELE) debido al nuevo
desembolso que he hecho en cada librería que se ha interpuesto en mi camino en
París (os juro que yo no las busco, las ponen ahí, cerca de las paradas de
autobús).
Buenas noches, buena
suerte y, como siempre, muchas gracias por leerme en este humilde rincón que
precisamente ayer cumplió 1 año. Y precisamente, también,
las pastelerías en París están estratégicamente al lado de las librerías y las
paradas de bus ;)