Hoy
traigo un recurso sencillo, original y que, si se explota bien, puede
dar mucho juego. Y nunca mejor dicho, pues se trata del juego de mesa
El Lince.
El
Lince es uno de los juegos de mesa más sencillos que existen y
tal vez por eso, goza de tanto éxito entre todas las edades y
generaciones. Así lo avalan los 15 años que lleva la
caja en mi casa y las decenas de sobremesas familiares que ha
amenizado a primos, tíos y madres. Puede ganar tanto un niño
de 8 años como un licenciado en Química, el único
requisito es tener bien graduada la vista.
Consta
de un gran tablero repleto de imágenes y más de 500
fichas que se corresponden con cada una de las fotografías que
aparecen en dicho tablero. El
objetivo es ser
el primero en localizar
la imagen de
una de las piezas en el tablero.
Pese a su simpleza, es un herramienta genial para la clase de E/LE. ¿Por qué? Porque permite trabajar el vocabulario evitando la traducción y trabajando directamente sobre el significado.
• A
los niveles debutantes que estén comenzando a ampliar
su vocabulario, podemos pedirles que localicen imágenes
relativas a un campo semántico en concreto: mobiliario,
alimentos, prendas...
• Para
un nivel intermedio podríamos
respetar la dinámica original del juego pero, en lugar de
facilitar una ficha, facilitaríamos la palabra de manera oral
o escrita.
• Y
para alumnos de un nivel entre intermedio y alto, ya familiarizados
con el vocabulario pero aún con dificultades ortográficas,
la siguiente actividad:
Bonus
Track: a propósito de la ortografía, una nueva
infografía. Más grande aquí.
PD. Ojalá llegue a ojos de los redactores del diario Marca y del programa España Directo (TVE1)...
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